Sorpresas te da la vida decía una canción y no voy a ser yo quien lo niegue.

10 de enero y estoy de vuelta en España. Comencé 2015 con poca idea de lo que iba a traerme y acabó siendo uno de los más distintos y bonitos de mi vida. Lancé la moneda y salieron muchas muchas caras bonitas.

Este post no quiere ser un resumen del año pero me apetecía contaros a todos los que habéis seguido este viaje de “solo ida” lo que ha pasado durante este tiempo y lo que va a ser de aquí en adelante.

El tercer billete de ida salió con dirección a Hong Kong pero con última parada en Manila. Aquel abril de rápidas decisiones me llevó a explorar una Filipinas que no había podido quitar de mi cabeza desde que tuve que marcharme con pena de un país que adoro.

Siquijor Filipinas

El plan pasaba por Asia de nuevo pero una madrugada inesperada me trajo un visado de Working Holiday Visa de Nueva Zelanda. Hoy debería estar escribiendo desde algún rincón del “verano” de las Antípodas pero, sorpresas que te da la vida, estas líneas las escribo desde Sevilla y Nueva Zelanda tendrá que esperar aún un buen tiempo.

Me enamoré aún más de Filipinas. Recorrí Malapascua, Siquijor, Negros, Bantayan, Panay, Palawan y Siargao, pensé hasta en quedarme para siempre.

Un día de julio se bajó de un jeepney que circulaba las carreteras de Bohol Jairo y, de pronto, se convirtió en el mejor compañero de viaje que he tenido nunca. Le contagié mi pasión por el buceo en Balicasag, nos quedamos atrapados por un tifón en Apo Island y decidimos que lo nuestro no se quedaba en Filipinas, al poco tiempo nos encontramos de nuevo en Indonesia.

Bohol Filipinas

Casi un mes completo pasamos en Sumatra, una de las islas más grandes del país. Subí un volcán en solitario, caminamos junto a orangutanes, vivimos en una cabaña frente al mar y buceamos hasta decir basta en busca de tiburones.

bukit-lawang-indonesia

El mes de septiembre se nos pasó casi sin pestañear en Myanmar. Visitamos casi de norte a sur un país en el que ya había estado en 2011 para confirmar lo feliz que se es simplemente paseando por la calle. Birmania fue una inyección de amor pero también nos hizo sentir la necesidad de parar a traviajar durante un tiempo.

viaje-myanmar

templos-bagan

En la isla tailandesa de Ko Tao tuvimos nuestra propia nevera llena de yogures de nata de coco del 7-Eleven. Llegamos con la nube de humo provocada por los incendios de Indonesia y Malasia y, cuando se fue, durante casi dos semanas nos llovió como si se fuese a caer el mundo sobre nosotros.

Durante más de un mes vivimos rodeados de palmeras, llamábamos a nuestros amigos los canes por sus nombres y, entre artículo y artículo, nos dábamos un chapuzón o explorábamos un pedacito de las aguas del Golfo de Tailandia.

Dijimos adiós a Tailandia tras más de dos meses en medio de la vorágine del concurso de Se buscan aventureros de LAN Airlines. En la noche de luna llena del Loi Krathong lancé mi balsa al río y pedí un deseo en el que, como siempre, no tenía mucha confianza pero que vino en forma de correo electrónico unos meses después.

loy-krathong-tailandia

¿Qué podía ser mejor que pasar las Navidades rodeada de amigos en Filipinas? Cumplir uno de mis sueños antes de llegar: bucear en uno de los mejores lugares del mundo, Sipadan.

En diciembre aterrizamos en Borneo y fuimos directamente a Semporna, la puerta de entrada de unas de las mejores inmersiones de mi vida. Después de haber visto más de 40 tiburones a nuestro alrededor, tortugas de tamaño XXL y unas paredes con los corales más vivos que he visto era el momento de completar el círculo sin ni siquiera saberlo.

buceo-sipadan

En Port Barton recibí un email inesperado que me recordó que los planes están para no hacerlos. Con mucho honor, de entre más de 7000 personas, me he ganado ser una de las blogueras de Lan Airlines y pienso recorrer no solo los países del concurso sino un continente del que no conozco nada.

Cuando salí de casa allá por junio de 2014 no hice demasiados pero el viaje de solo ida iba a pasar por Asia, podría recorrer Nueva Zelanda y cruzaría hasta Hawai desde Filipinas. Por ahí comenzaría a recorrer América hasta llegar a Ushuaia. Todo si el dinero me daba, estimaba que estaría un año fuera.

Hoy ya son más de 20 meses. Ni ese plan se cumplió, ni el que diseñé en abril de 2015 de nuevo.

Jairo y yo pasamos las navidades más increíbles que recuerdo rodeados de amigos “antiguos y nuevos” en Malapascua, Filipinas. En Nochebuena comimos lechón, cantamos al karaoke y vimos a los filipinos bailar como locos en una cancha de baloncesto. Le dimos la bienvenida a 2016 junto al mar e hicimos nuestras propias campanadas con cacahuetes de sabor a BBQ.

nochebuena-malapascua

(Foto de Ignacio Izquierdo, Crónicas de una cámara)

2016 tiene un solo plan: luchar por un sueño, ser muy feliz y seguir haciendo no-planes.

El presente pasa por disfrutar de familia, amigos y zampar mucha comida española y beber buen vino. Este año es el de #DestinoSudamérica y de muchos otros planes que aparezcan el camino.

Feliz 2016 🙂

 

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