Eso es lo que me preguntaba la incombustible Gema en Chiang Mai (Tailandia) tras resumirnos los dos meses “en la carretera” de cada una.
Sinceramente, me quedé algo flasheada, nunca me había hecho esa pregunta, supongo que siempre he tomado por sentado que mi amor era el propio viaje pero no que este tuviera partes, que fuera algo, tuviera los ojos azules o fuera moreno. Pero es verdad, ¿qué es lo que te engancha? ¿qué hace que estés soñando con comprar el próximo billete cuando este ni siquiera se ha acabado? ¿qué te hace (me hizo) plantearte que el viaje sea tu vida?
Obviamente, creo que todos tenemos en nuestra mente ciertos lugares del mundo que no queremos perdernos, a los que queremos ir porque los queremos disfrutar con nuestras propias pupilas, ¿quién no ha soñado alguna vez con estar en la base de las Torres Petronas en Kuala Lumpur para marearse mirando hacia arriba?
Sin embargo, ¿qué es lo que hace que cuando llegues a tu casa sientas que te has quedado con ganas de más?
Sin ánimo de contar mi vida (aunque la filosofía de Solo Ida no es otra que la de contar lo que pasa por esta cabecita), tanta pregunta y para mí la respuesta es sencilla: lo que más me gusta del viaje es que me crea pura adrenalina. Viajar es verme rodeada de situaciones imprevisibles, de paisajes y gente que no conozco, de comportamientos que quiero llegar a comprender.
Adoraba vivir en Manila, no me quería ir de la semi-burbuja en la que vivía y la razón la encontré al volver a Madrid. Vale que no era un viaje pero sé que estaba enganchada a que mis días fuesen diferentes, a encontrarme a mí misma ante la pobreza más absoluta al salir del portal y, al mismo tiempo, vivir en la riqueza, a probar un plato diferente, a encontrar una sonrisa extraña que, de igual manera, me hiciera sentir en casa.
Y en mi cubículo de Madrid intentaba autoanalizarme. Echaba de menos mis chutes de adrenalina diarios y los buscaba en un billete a Japón, India, Kenia, Tanzania, en una escapada a Oporto…
Ahora, más que nunca, me reto a mí misma cada día. Me enfrento a mis propios miedos y me encuentro más enamorada de la palabra viaje que nunca, de la adrenalina y de los ojos azules, con el peligro de nunca volver a ser la misma que salió de su casa sin llaves.
Venga, que me he puesto demasiado profunda, ¿te van l@s rubi@s o l@s moren@s? ¿qué es lo que te engancha a viajar a ti?
Que cuando llegas a un sitio nuevo se te agudizan los sentidos, lo percibes todo, te fijas en todo, estás mucho más receptiva a lo que te pueda traer el día y cada día te llevas una nueva experiencia a la mochila.
Creo que esta viñeta de Liniers lo describe bien
http://bucket.clanacion.com.ar/anexos/fotos/24/1938024.jpg
Besazo!
¡También es verdad! Supongo que también entra dentro de la adrenalina, el tener que absorber cosas diferentes.
Preciosa la viñeta 🙂
Muuuuua!
Maravillosa entrada. Es cuando sacas algo de ti cuando las entradas brillan, cuando se convierten en algo más que en un capítulo de Lonely. Tu manera de entender la vida y de observar lo que te rodea es apasionante. Enhorabuena y un beso grande
Me ha encantado la entrada, es que viajar engancha mas que la droga y es mucho mas sano :P!
Esta claro que cuando mas se viaja mas se quiere viajar y se entra en una espiral de la que no se puede salir y de la que NO se quiere salir, si algo abre la mente y quita prejuicios es viajar, ademas de ponerte al limite y ver de que eres capaz en determinadas situaciones salir ilesos.
Me gusta como expresas con palabras lo que muchos sentimos, me he sentido identificada en todo. Descubrir cada día algo nuevo es el mayor placer de un viajero.
Un abrazo viajera incansable!
¡Muchas gracias por comentarme! Muchísimo más sano que la droga, claro está pero a ver quién se vuelve ahora a casa más enganchada aún 😉
¡Me alegro de no ser la única loca!
Un beso desde Laos
Sí, viajar es una droga… se consume a través de los cinco sentidos y, te expande la mente, más, cuanto más la consumes… y, la razón de querer más, es la necesidad de llenar ese nuevo espacio con paisajes, olores, sonidos, caras, gestos,… Viajar te hace crecer y, la vez te encoje relativizando tu lugar en el mundo; te hace viej@ sabi@ y niñ@ curios@; conquistador/a y conquistad@…
:*
Exacto, mejor explicado imposible.
Miles de besos, Mara 🙂
Miara que me gustan los programas de viajeros, leyéndote y viendo tus fotos nada tienes que envidiar a ellos. Un placer seguirte. Un fuerte abrazo y sigue con esta “droga” 🙂
Te comprendo. Lo que mas me gusta de viajar es como dices esa sensacion emocionante de ir a lo desconocido, adrenalina. Conocer gente nueva diferente a mi y aprender de ellos, atreverme a cosas que normalmente en mi casa no haria, me vuelvo una indiana jones en busca de aventuras y cada dia me levanto feliz, incansable y sonriente porque nada me entristece, nada me vence y cosas que en mi casa me pondria mal, en un lugar diferente me causan gracia o emocion. Viajar es mi droga tambien.
¡Y que viva esta droga!
Veo que somos muy parecidas 🙂
🙂 geniiial y hablando de viajar, ya me pican los pies por hacerlo otra vez
Pues una de las cosas que más me gusta es preparar el viaje, lo sé, soy rara. Me encanta viajar (no entiendo que haya gente a la que no le gusta) pero adoro el momento en el que se empieza a materializar, cuando no hay vuelta atrás, cuando ya tienes el billete y piensas, bueno, esto ya marcha, lo mismo duermo debajo de un puente o como todos los días pan y agua, pero allá vamos. En ese momento me vuelvo una loca obsesiva con el destino, compro guías (no lo puedo evitar, aunque me acabaré llevando una con suerte, compro mínimo 3 ó 4), mapas, me empapo de programas, leo blogs, lo apunto todo, preparo rutas, etc. Y luego hago lo que me sale del pairo :___)
P.D. Como ya te he dicho en twitter, me está encantando tu blog y la forma de explicar y mostralo todo 🙂
¡Es una manera de saborearlo un poco más!
Yo antes también lo hacía pero ahora no me queda más femedio que dejarme llevar y ¿sabes qué? Creo que hasta me gusta más sorprenderme. También es cierto que el viajar sin prisas hace que tengas mucho más margen de reacción, es decir, que haces lo que te sale del pairo pero hasta más tranquila 🙂
De nuevo, ¡te doy las gracias por el piropazo!
Hago exactamente lo mismo que tú.Cuando eligo un destino, no paro de ver cosas y cosas, y cuando estoy allí, hago punto por punto el planning que me he hecho en casa y me lo sé todo tan de memoria, que parezco que soy del sitio de toda la vida, sin casi mapa,etc…El último viaje ha sido a Nueva York y me sabia las lineas de metro tanto, que casi no he tenido que mirar el mapa del subway 🙂
¡Pero José! ¡Si yo voy sin planning ninguno! 😛
Está bien que disfrutes de la planificación pero deja algo de margen a la improvisación, a lo que otros viajeros te digan, a lo que encuentres por allí… Ya verás cómo disfrutas de eso también 😉
De viajar me gusta todo.Desde que eliges el destino hasta el dia final.Me encanta viajar, es mi droga, que le vamos a hacer y sólo puedo viajar dos veces al año, por cuestiones de trabajo, obviamente 🙂 Mi último viaje ha sido a Nueva York, el próximo en Febrero a Roma y en noviembre a París(este último un regalo a mis padres, que yo me apunto) 🙂
¡Me alegro! ¡A seguir dándole a los viajes!
La libertad de viajar, de coger el avión, de ver como baja llegando al destino, de respirar el aire y pensar que es diferente cuando es idéntico en todos lados. la emoción de dejar las maletas con cansancio en el hotel y a conocer por muy cansado que estés. Comer, mirar, apreciar, entender, comprender, adaptarse, todo de manera diferente. Olvidarse de todos y de todo lo que te preocupa. Viajar me da vida y me la seguirá dando. A por mi próximo viaje: Israel
Viajar es vivir y vivir es viajar. Lo has clavado.
¡Disfruta mucho de ese viaje precioso! A mí Jerusalén me encantó 😀
¡Gracias por pasarte por aquí!