Como os conté en ese en el resumen de Nuestro épico viaje a Sudáfrica, esta fue una de las etapas más bestias de estos 4 años dando vueltas por el mundo. Los 22 días de viaje por Sudáfrica me provocaron una sucesión de sensaciones que hacía tiempo que no tenía y me dejaron con ganas de muchísimo más. Así que, como lo prometido es deuda, aquí os quiero contar cuál fue nuestro itinerario de viaje por Sudáfrica, el que nos hizo vibrar a nosotros y a vosotros gracias a los Stories de Instagram.

Nuestro itinerario de viaje por Sudáfrica

Características de este itinerario de viaje por Sudáfrica de 22 días

Si has llegado hasta aquí es porque estás pensando hacer un viaje a Sudáfrica. Nosotros hicimos este diseño del itinerario gracias a nuestros amigos Javi, que vive en Johannesburgo desde hace unos años, y Xavi, otro enamorado de Sudáfrica. Ellos nos aconsejaron en todo momento centrar nuestros esfuerzos en los parques nacionales, a sabiendas que nuestros gustos estaban más orientados a ver animales que paisajes. Por ello, nuestro itinerario de viaje por Sudáfrica tiene un componente animal enorme.

Como cada persona es un mundo, podrías diseñar este viaje a Sudáfrica de mil maneras diferentes. Yo te quiero contar las características de este itinerario para que las tengas en cuenta si te apetece hacer uno similar:

  • Se trata de un viaje de intensidad media-alta. Es decir, casi todos los días le dimos mucha caña al viaje y visitamos lugares, pero, podríamos haber hecho mucho más. Nosotros somos bastante relajados y quisimos tomarnos las cosas con calma en ciertos momentos.
  • Es un itinerario de viaje por Sudáfrica que incluye 10 días completos de safari más varios días dedicados a animales como las ballenas o los pingüinos. En definitiva, casi la mitad del viaje era para ver fauna.
  • Existen vuelos a Ciudad del Cabo, pero suele ser más económico ir y volver desde Johannesburgo. Si consigues un vuelo de ida a Ciudad del Cabo y de vuelta por Johannesburgo puede ser hasta mejor.
  • Cogimos un par de vuelos internos que fueron súper económicos. Hay varias aerolíneas de bajo coste en Sudáfrica.
  • Hicimos muchísimas horas en el coche, pero no nos resultó incómodo. Jairo fue el que condujo todo el viaje. Si sois más para turnaros, no debería haber problema alguno.
  • Creo que el orden del itinerario es esencial. Nosotros fuimos de menos a mucho más y nos alegramos de haberlo hecho así.

Guepardos en el Kruger, Sudáfrica

Nuestro itinerario por Sudáfrica de 22 días día a día:

Día 1: Llegada a Johannesburgo

Tras un vuelo nocturno de Madrid – Johannesburgo muy cómodo, comenzamos un día de lo más relajado por la ciudad más poblada de Sudáfrica. Nada más aterrizar, compramos nuestra tarjeta de teléfono con Vodacom en la tienda que tienen en el aeropuerto, sacamos dinero en los cajeros automáticos y pedimos un coche para ir a casa de nuestro amigo Javi. Tuvimos la gran suerte de que nos hiciera una introducción a la ciudad, nos llevara a tomar una copa a un sitio con vistazas (la terraza del Four Seasons) y nos diera información sobre el resto de nuestro viaje.

Necesitábamos descansar y este día fue muy relajado. Así que, si te apetece hacer algo más, nuestro consejo sería que visitases el Museo del Apartheid.

Nuestro alojamiento: aquí nos quedamos a dormir en casa de nuestro amigo Javi, pero te puedo sugerir este apartamento majo.

Día 2: Visita a Johannesburgo

Javi nos llevó con su coche por el centro de Johannesburgo, donde hicimos las siguientes paradas:

  • Corte Constitucional de Sudáfrica. Se puede visitar por dentro y nos enamoró. Es un edificio con mucha importancia histórica y, además, es precioso.
  • El barrio hípster de Johannesburgo, Braamfontein. Allí visitamos el Neighbourgoods Market, un mercadillo que se celebra cada sábado y que tenía un ambientazo.
  • Carlton Centre, donde está el mirador Top of Africa. Nos encantó, puesto que pudimos hacernos una idea de las dimensiones del Johannesburgo desde las alturas.

Después, nos dirigimos hacia Soweto. Estuvimos comiendo en las Orlando Towers y la zona de la casa de Nelson Mandela. Si te preguntas si es seguro, a nosotros nos pareció que el ambiente en estas áreas que visitamos era más festivo que peligroso. Sería una pena que no visitases Soweto.

Nosotros tuvimos un guía de lujo, Javi, pero él, que vive allí, nos dijo que, sorprendentemente, los buses turísticos rojos son tus mejores aliados para ver la ciudad. Recorren los principales lugares de Jozi y siempre vas acompañado de un guía que te comenta detalles de interés. Esto es muy importante. Johannesburgo no es una ciudad especialmente bonita, pero tiene una importancia histórica que la hace atractiva para el visitante. Si te cuentan el porqué de las cosas, la disfrutarás mucho más.

Nuestro alojamiento: seguimos alojados con nuestro amigo Javi.

Orlando Towers en Soweto

Día 3: Johannesburgo – Ciudad del Cabo – Hermanus

Madrugamos mucho y fuimos hasta el aeropuerto de Johannesburgo, donde nos esperaba un vuelo de la compañía Kulula a Ciudad del Cabo.

Nada más llegar, fuimos hacia los mostradores de la compañía con la que habíamos alquilado el coche. Siempre lo hacemos a través de Rentalcars y en esta ocasión nos habían asignado Europcar. La cola fue laaaaaaaarga, pero en cuanto lo conseguimos, pusimos rumbo a la estrella del día: la colonia de pingüinos de Bettysbaai.

Paramos a comer junto al mar en este sitio tan cuqui y seguimos conduciendo junto a la costa. En apenas 1 hora nos encontrábamos disfrutando de nuestros amigos los pingüinos africanos de la reserva de Stony Point.

Ahí ya lloré un ratito de la emoción. Cuando nos echaron porque cerraba el parque, por ahí alrededor de las 17, volvimos a coger el coche. Llegamos justo a tiempo para ver el atardecer en la laguna que teníamos al lado del apartamento cerca de Hermanus. ¡Estaba llena de flamencos!

Para cenar, fuimos a La Pentola, en el centro de Hermanus. Fue un poco carete, pero el ambiente es muy agradable y ahí fue donde probé por primera vez el vino Pinotage de Sudáfrica. Si eres un enamorado del vino como yo, ¡no te lo pierdas!

Nuestro alojamiento: nos quedamos en un fabulosísimo apartamento de Airbnb en un pequeño pueblecito muy cerca de Hermanus. La elección no pudo ser mejor. La habitación estaba impoluta, la dueña era majísima y hacía unos desayunos de escándalo. Si nunca has usado Airbnb, aquí tienes un código de descuento de 25€ para tu primera reserva.

Pingüinos de Stony Point

Día 4: Hermanus: tour con ballenas

Tras un desayuno rico (y una biodramina, que ya nos conocemos…), nos dirigimos al puerto de Hermanus, desde donde salen los tours para ver las ballenas francas australes. Era mi primera vez viendo ballenas, ¡así que estaba muerta de emoción!

Contratamos el tour con Hermanus Whale Cruises y fue un acierto. El tour de unas 3 horas cuesta 800 rands (48€ aproximadamente) y, aunque la temporada de ballenas ya se estaba acabando, vimos 4 o 5 ballenas. La tripulación fue de lo más maja y, sobre todo, se respetaron en todo momento a las ballenas, que para nosotros es algo esencial. En Hermanus hay solo 5 o 6 empresas autorizadas para hacer estas excursiones y es obligatorio respetar una distancia de seguridad. En el caso de Hermanus Whale Cruises nunca se persiguió al animal y eso fue algo que nos encantó.

Ver las ballenas así de cerca fue tan emocionante que se me saltaron las lagrimillas de nuevo.

Si no te apetece dormir en Hermanus, puedes hacer este tour directamente desde Ciudad del Cabo. Este, además del barco, te hace un recorrido por los principales puntos de Hermanus. Puedes reservar aquí.

La temporada de avistamiento de ballenas en Hermanus va más o menos de junio a octubre.

Después, nos fuimos al centro para recorrer el Cliff Path. Este es un sendero que recorre la costa y desde el que también se pueden ver ballenas. Es alucinante estar sentado en un banco y ver, de pronto, una enorme ballena saltar.

Aún era temprano, así que decidimos ver algo más de Hermanus y nos dirigimos hacia la zona de playas. Hicimos una parada a comer en Dutchies (nada del otro mundo, pero desde la terraza vimos un par de ballenas saltar) y caminamos un poco por la Grotto Beach. Esta es una playa enorme y preciosa, perfecta para darte un baño si vas a hacer este itinerario de viaje a Sudáfrica en verano. En nuestro caso, el tiempo no fue demasiado amigable, así que caminamos un rato y aprovechamos para trabajar un rato esta tarde.

Tanto si te quedas en Vermont a dormir como nosotros, como si estás en Hermanus, te recomendamos ir a cenar a Moltenos. Este restaurante familiar italiano tiene una pasta rellena que es una delicia y nada cara.

Nuestro alojamiento: hicimos noche en el mismo apartamento cerca de Hermanus.

tour de ballenas en Hermanus

Día 5: Hermanus

Este fue un día de relax en nuestro itinerario por Sudáfrica. A decir verdad, lo teníamos pensado para ir a hacer el tour con el tiburón blanco en Gaansbai, pero con el paso de los días cambiamos de opinión. Mientras planeábamos el viaje, leímos muchísima información sobre esta actividad en Sudáfrica y quisimos evitarlo porque no estamos conformes con cómo se trata al animal. Además de echar el chumming (una especie de sopa de pescados para atraer al tiburón) al mar, casi el 100% de las empresas que operan “torean” al tiburón con trozos de pescado o focas artificiales. Estas prácticas, cada vez más señaladas por investigadores del comportamiento de los tiburones blancos, no nos parecieron responsables.

Por ello, este día nos lo tomamos con mucho relax y también aprovechamos para adelantar trabajo.

Alojados en Vermont, fuimos a ver sus playas, ¡que molan mucho! Fue una pena que hiciera fresquete porque se nota que es un pueblo de veraneo con mucho ambientillo. Comimos en The Milkwood viendo el mar, vimos las piscinas naturales de Davies Pool y luego fuimos en coche hasta lo más alto de Hermanus, la Rotary Way, para disfrutar de unas vistazas.

¿Qué podrías hacer tú este día? Podrías hacer senderismo por la Fernkloff Nature Reserve, recorrer la costa hasta llegar a Gaansbai y ver todas las playas y la Walker Bay Nature Reserve.

Nuestro alojamiento: hicimos noche en el mismo apartamento.

Cliff Path en Hermanus

Día 6: Hermanus – Franschhoek – Stellenbosch – Ciudad del Cabo

Dijimos adiós a nuestro apartamento de Airbnb querido y pusimos rumbo en coche a tierras del vino. Tuvimos muchas dudas sobre si conocer esta zona o no, pero no nos arrepentimos, nos gustó mucho.

El recorrido a Franschhoek desde Hermanus nos encantó. Los paisajes de Sudáfrica son muy diferentes en cuestión de kilómetros y las 2 horas que tardamos fueron muy agradables. El pueblecito tiene algunos edificios e iglesias pintorescos de corte holandés, así que paramos un rato antes de ir a la búsqueda de algún viñedo bonito.

El área de Franschhoek y Stellenbosch es conocido por sus bodegas y nosotros pensamos visitar 2 o 3. Nada más alejado de la realidad, se nos hizo tarde y al final solo visitamos una, la de Babylonstoren. Hicimos una visita guiada que no fue tampoco para tirar cohetes, pero por 75 rands (4,50€) nos enseñaron la bodega e hicimos una cata de 5 vinos la mar de a gusto. La tasting room es muy bonita e hicimos un picoteo muy apañado.

Después, pusimos rumbo a Ciudad del Cabo, donde nos esperaba nuestro apartamento en el barrio de Observatory. Salimos a cenar un asiático baratito al lado.

Si estás en Ciudad del Cabo, hay mucha gente que va desde ella y hace un tour de un día por esta zona de viñedos. Es buena opción porque así no tienes que preocuparte por beber demasiado si tienes que coger el coche. Este te incluye la visita a varias bodegas y diferentes catas.

Nuestro alojamiento: Elegimos un lugar fuera del centro de Ciudad del Cabo por dos razones, 1) queríamos aparcar el coche fácilmente y 2) queríamos salir a cenar cerca sin sentirnos inseguros. Así fue cómo dimos con esta habitación en Airbnb. Ubicada en una casa en el barrio de Observatory, se comparte el baño con la otra habitación y cuentas con una pequeña cocina en la que te puedes hacer el desayuno. La zona es tranquila y hay sitio de sobra para dejar el coche. Estuvimos muy cómodos.

Bodegas en Stellenbosch Sudáfrica

Día 7: Ciudad del Cabo: V&A Waterfront, Bo-Kaap, centro y Camps Bay

¡Día de explorar Ciudad del Cabo! La verdad es que podríamos haber dedicado una semana a descubrirla, por lo que al menos os aconsejamos que le deis 2 días enteros de vuestro itinerario de viaje a Sudáfrica (a poder ser, 3) y 1 para la Península del Cabo, como hicimos nosotros.

Procura ser algo flexible cuando visitas Ciudad del Cabo. No es raro que por el viento o la lluvia se cancelen los funiculares a Table Mountain o los ferris a Robben Island.

Comenzamos dando un paseo por el Victoria and Alfred Waterfront, que es una zona muy animada y bonita. Desde ahí salen los barcos a Robben Island, la isla-prisión donde estuvo encarcelado Nelson Mandela 18 años. Nosotros no la visitamos porque decidimos dar prioridad a otros lugares, pero, si te interesa, procura reservar las entradas por internet.

Desde el V&A Waterfront también salen las excursiones épicas en helicóptero. El día que lo intentamos no salían por viento… Y nos quedamos con las ganas. No se me ocurre mejor ciudad que esta para verla desde el aire. Esta y Río de Janeiro son ciudades que se funden con la naturaleza a la perfección.

Cogimos el coche de nuevo para ir hacia la zona de Bo-Kaap, ¡que nos encantó! Estas coloridas calles de Ciudad del Cabo llevan el sello de los inmigrantes que vinieron de Malasia. Después de hacernos 148220147 fotos, fuimos a comer a un sitio con vistas fabulosas de Table Mountain. En Bo-Kaap Kombuis, además, podrás probar otra vertiente de la comida sudafricana, con toques asiáticos, y a buen precio.

Después, caminamos por Long Street, fuimos a Greenmarket Square y decidimos echar la tarde en Camps Bay. ¡Qué playa tan preciosa! Desde allí se tienen vistas de los 12 Apóstoles, la formación rocosa de Table Mountain frente al Atlántico Sur.

Nosotros nos recogimos pronto, pero, si tienes ganas de más, te animamos a disfrutar de la puesta de sol desde Signal Hill o Lions Head.

Salimos a cenar junto a nuestra “casa” a un restaurante de hamburguesas que siempre está hasta la bandera: Jerry’s Burger Bar. Buenas burgers vegetarianas y variedad de cervezas artesanales locales.

Nuestro alojamiento: seguimos en nuestro Airbnb de Observatory.


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Día 8: Ciudad del Cabo: Table Mountain y Jardín Botánico Kirstenbosch

Nada más despertarnos, consultamos en la web oficial de Table Mountain si el teleférico estaba abierto, ¡y sí! Fuimos lo más rápido que pudimos, pero la verdad es que llegamos un poco tarde (sobre las 10:00) y la cola era enorme. Estuvimos esperando algo más de una hora para poder subir, así que, nuestro consejo: procura estar alrededor de las 8:30, que es cuando abre el teleférico.

Si tienes la Wild Card, de la que te hablé aquí, tendrás un 20% en la entrada a Table Mountain.

Cuando conseguimos subir, nos tiramos horas disfrutando de las vistazas de Table Mountain. En serio, no puedes dejar de incluirlo en tu itinerario de viaje por Sudáfrica.

Un poco tarde, fuimos a comer al sitio más épico del viaje: Raw and Roxy. No te decimos más, pruébalo, nos darás las gracias después.

La siguiente parada del día fue el Jardín Botánico Kirstenbosch. ¡Qué escándalo de sitio! Si bien podría parecer que un jardín botánico es poco atractivo, no te puedes perder este de Ciudad del Cabo. En serio, ya no solo por la riqueza vegetal que tiene la Península del Cabo (en serio, el tema de los fynbos es fascinante), sino porque la panorámica de Table Mountain es espectacular. Allí vimos el atardecer y volvimos a nuestro apartamento.

Esa noche cenamos pizza en Narona Pizza.

Nuestro alojamiento: seguimos en nuestro Airbnb de Observatory.

Vistas desde Table Mountain

Día 9: Recorrido por la Península del Cabo

Por favor, incluye en tu itinerario por Sudáfrica un día por la Península del Cabo. Nosotros iniciamos por la zona de Camps Bay para coger la Chapman’s Peak Drive, pero no tuvimos suerte y, cuando llegamos, estaba cerrada por rehabilitación. Por ello, nos perdimos un poco de tiempo y nos fuimos hacia Muizenberg Beach.

Esta encantadora playa estaba llena de gente disfrutando del sol y haciendo surf. Además del ambiente, lo que destaca de Muizenberg son las casitas de colores de la playa. Súper fotogénicas, pero abandonadas. ¡Ojalá las conserven!

Como nos entró el hambre pronto, nos sentamos a comer unas hamburguesas vegetarianas con vistas al mar en Easy Tiger Burger Bar. Como es de esperar, hay muchos sitios de fish&chips, por si te apetece.

Seguimos bordeando el mar hasta llegar a Simon’s Town, un pueblo encantador con casas antiguas y una atracción brutal: la colonia de pingüinos africanos de Boulder’s Beach. Al igual que la que vimos en Stony Point, este montón de entrañables pingüinos llevan décadas descansando tranquilamente aquí y el contraste de ver a estos animales que asociamos con el frío con aguas tan turquesas sorprende a todo el mundo.

Aunque lo que harás será recorrer un sendero de madera, si continúas caminando, llegarás a una zona de playa en la que te podrás bañar muy cerquita de algunos pingüinos residentes. Ojo, siempre respetando a estos animales.

La siguiente parada del día fue el Cabo de Buena Esperanza, lugar de importancia histórica y belleza natural. Subimos al faro y caminamos por playas tan bonitas como Dias Beach. El fresquito tampoco nos animó a bañarnos, pero la visita merece muchísimo la pena y es obligatorio que tengas una foto con el famoso cartel.

Las entradas a Boulder’s Beach y al Cape Point National Park estás incluidas en la Wild Card.

Nuestro alojamiento: seguimos en nuestro Airbnb de Observatory.

Playa de Boulders en Sudáfrica

Día 10: Ciudad del Cabo – Durban – Santa Lucía

Aquí también madrugamos mucho para tomar uno de los primeros vuelos a Durban. Nada más llegar, recogimos el coche que habíamos alquilado con Rentalcars y nos fuimos hacia Santa Lucía. La carretera es mayormente autovía y tardamos más o menos 2 horas y media.

Dejamos el equipaje en nuestro bungaló la mar de majo y nos fuimos a comer a un sitio por recomendación del dueño, el restaurante del St. Lucia Ski Boat Club. Acertó de pleno porque era económico y tenía vistas al estuario.

A las 16:30 teníamos nuestro tour por el estuario con Heritage Tour & Safaris, así que nos preparamos para alucinar un día más con Sudáfrica. Lo reservamos a esta hora por recomendación de nuestro amigo Xavi y fue un acierto porque hacía menos calor, los hipos estaban más activos y vimos una puesta de sol fabulosa.

Pagamos 260 rands por persona (15€) por 2 horas de un paseo en barco guiado (por cierto, un guía la mar de majo) en el que vimos muchísimos hipopótamos, cocodrilos y aves. Recomendamos esta empresa no solo porque son súper profesionales, sino porque íbamos en un grupo pequeñito, al contrario que otros barcos que vimos.

Pasamos por el supermercado de St. Lucia y compramos comida para hacer las cenas de las dos noches que pasamos allí y prepararnos comida para el safari del día siguiente.

Creíamos que iba a ser una noche tranquila… ¡Hasta que Jairo se fue a investigar y se encontró con un hipopótamo pastando en el jardín! Como leéis, con mucho cuidado (los hipos son peligrosos), estuvimos viendo cómo comía tranquilamente a pocos pasos de nuestra cama.

Nuestro alojamiento: os recomendamos encarecidamente quedaros en Lake St. Lucia Lodge. Además de que las cabañas están genial (tienen hasta una cocina muy apañada), el dueño es más majo que las pesetas y te ayuda en absolutamente todo.

Tour por el estuario de St Lucia

Día 11: Parque del Humedal de iSimangaliso

Nos levantamos prontito para nuestro primer safari con nuestro propio coche, ¡qué emoción!

El parque está a muy pocos kilómetros de St Lucia y nada más pasar la puerta empezamos a ver bichejos. Estábamos muy emocionados, pues aquí es donde vimos nuestros primeros facóqueros, kudus, elefantes y rinocerontes. Eso sí, como luego veríamos, en el Kruger fliparíamos mil veces más.

Y es que no es comparable la cantidad de animales que vimos en los parques de estos días con la del Kruger, por lo que decimos que el orden del itinerario del viaje por Sudáfrica es esencial. Ir de menos a más te garantiza estar con el corazón a mil en todo momento.

La característica principal de iSimangaliso es que se sitúa junto a un estuario y que cuenta con una enorme playa en el Índico. Nosotros recorrimos casi todo el parque despacito y luego fuimos a comernos nuestro sándwich junto a la playa. Dicen que el snorkel no está mal por allí, pero ni el oleaje ni el frío nos invitaron a bañarnos.

Nuestro alojamiento: Lake St. Lucia Lodge.

Elefantes en iSimangaliso

Día 12: Parque Hluhluwe-iMfolozi

Hoy será un día largo. Nos levantamos pronto, hicimos el check-out del hotel y nos pusimos en marcha hacia la Nyalazi Gate del Hluhluwe-iMfolozi Park. Este no es un parque que se suela ver en los itinerarios de viaje a Sudáfrica, pero nosotros decidimos incluirlo porque nos quedaba más o menos de paso hacia Suazilandia y podíamos aprovechar para entrar por una puerta y salir por otra y echar el día viendo animales. Se dice que tiene una de las poblaciones de rinocerontes más grandes de África (y del mundo) y lo cierto es que vimos un montón.

Dimos vueltas con nuestro coche despacito y cuando nos entró hambre paramos a comer en el Hilltop Camp, que tiene unas vistas increíbles de la reserva.

Sobre las 16:00 nos pusimos en marcha hacia nuestro alojamiento de hoy, en el que nos esperaba una piscinita fabulosa para darnos un baño y relajarnos de tanto coche.

Como las opciones para cenar no eran muchas, fuimos al restaurante del Anew Hotel y comimos un par de ensaladitas por no mucho dinero.

Nuestro alojamiento: súper aconsejable el Ama Zulu Guesthouse & Safaris. Si bien fue de lo más caro que pagamos en Sudáfrica, agradecimos la cama cómoda, la piscina y el desayunazo del día siguiente antes de ir hacia Suazilandia.

Rinocerontes en Hluluwe

Día 13: Suazilandia

Muy emocionados por conocer otro país, pusimos rumbo hacia Suazilandia. Los trámites fronterizos son muy sencillos y solo hay que pagar una pequeña tasa por el coche.

Nuestro objetivo en Suazilandia era conocer el Hlane National Park, el parque más conocido del país, donde habíamos reservado una cabaña encantadora que solo contaba con la luz de las lámparas de aceite.

Llegamos algo después de comer, así que, tras reservar un Sunrise Game Drive (un safari guiado al amanecer), tuvimos tiempo para hacer un safari por el parque a nuestro aire. De nuevo, saludamos a elefantes y jirafas, principalmente. Llegamos para ver el atardecer en el pequeño lago que hay en el camp, no podíamos creer lo que veíamos: una familia de rinocerontes y otra de elefantes a pocos metros de nosotros. ¡Fue mágico!

La cena la hicimos en el mismo camp. Esta fue quizás la más cara que pagamos en todo Sudáfrica, pero no había mucha opción. Eso sí, eso de cenar a la luz de las velas fue de lo más romántico.

La entrada al Hlane National Park está incluida en la Wild Card.

Nuestro alojamiento: tuvimos la gran suerte de dormir en un rondavel, la construcción típica de esta zona de África, en el Ndlovu Camp. Desde hace unos meses es posible reservar a través de Booking, así que corre, ¡no lo dudes!

Rondavels en Suazilandia

Día 14: Suazilandia – Parque Nacional Kruger: Crocodrile Bridge Rest Camp

Tras ver cómo se desperezaban los leones en el game drive de Hlane, decidimos no conocer más de este parque y seguir hacia el Kruger. Fue una buena decisión, en Hlane vimos muchos menos animales que este último, donde nada más entrar comenzamos a ver escenas épicas.

Aunque las carreteras de Suazilandia estaban llenas de socavones (mucho ojo) y fuimos muy despacio, nos dio tiempo a parar antes de entrar en el parque para hacer una buena compra. En el Kruger cocinamos casi todos los días, así que llevamos provisiones. Luego nos daríamos cuenta de que en todos los camps también podríamos comprar a un precio similar.

Tras pasar por la entrada, donde comprobaron todas nuestras reservas y la Wild Card (todo reservado por la web de SANParks) y nos autorizaron, compramos uno de los libritos del parque donde aparecen todos los mapas y carreteras numeradas.

Hicimos nuestro primer recorrido en coche antes de que nos cerraran las puertas del campamento, a las 18:30. Ya fue de película, vimos leones, elefantes, jirafas, cocodrilos…

Nuestro alojamiento: Crocodrile Bridge Rest Camp. Como comentamos, hicimos la reserva a través de internet con bastante antelación. Dormimos en una de las estupendas tented camps (CTT2), que tenía su barbacoa (o braai, como les dicen en Sudáfrica) y su neverita. Muy aconsejable.

Itinerario viaje Sudáfrica Kruge

Día 15: Parque Nacional Kruger: Lower Sabie Rest Camp

Los días en el Kruger empezaban temprano. La mayor parte de ellos salíamos de los campamentos sobre las 4:30 y no regresábamos hasta las 18:30, cuando cerraban las puertas. Las primeras jornadas las pasamos en la zona sur del parque. Como te conté en este artículo, si tienes pocos días para el Kruger, céntrate en ella. Es donde hay más vegetación, más agua y, por tanto, más animales.

Este día estuvimos las carreteras entre Crocodrile Bridge, Skukuza y Lower Sabie.

Nuestro alojamiento: Lower Sabie Rest Camp. Es uno de los campamentos más grandes y en él encontrarás todo tipo de alojamientos. Nosotros estuvimos una noche en lo que llaman una hut (EH4), que venía a ser una habitación con 4 camas. El baño era comunal, igual que la cocina. La verdad es que nos encantó, mucho mejor que una más cara que reservamos la última noche en este camp y de la que os hablaremos después.

En Lower Sabie hay un restaurante estupendo con vistas al río Sabie. No es para nada caro, por si os apetece pasar a comer o cenar. Además, también hay una cafetería donde se sirven cafés y sándwiches.

Hienas en el Kruger

Día 16: Parque Nacional Kruger: Skukuza Rest Camp

Este día de itinerario de viaje por Sudáfrica fue uno más de safari con nuestro coche por el Kruger. Este día circulamos por las carreteras entre Lower Sabie y Skukuza básicamente. La H10 es la que nos trajo mayores alegrías.

Nuestro alojamiento: Skukuza Rest Camp. Elegimos este camp porque Lower Sabie estaba lleno, pues sino nos hubiésemos quedado dos noches en él. Skukuza es el campamento más grande de todos en los que estuvimos, de hecho, aquí está la macrotienda de souvenirs a la que tenéis que ir si queréis llevar algo. Además, tiene un restaurante en que sirven cerveza fresquita con vistazas. Nos quedamos en una safari tent como la del primer día (CTT2).

Día 17: Parque Nacional Kruger: Satara Rest Camp

Circulamos por las carreteras entre Skukuza y Satara, conocidas por ser zonas de leopardos y leones. De hecho, cuando empiezas a llegar a Satara vas viendo cómo el paisaje se vuelve mucho más seco. Es tierra de felinos.

Nuestro alojamiento: Satara Rest Camp. El de Satara es el camp más “pijo” en el que estuvimos. Es bastante cuqui, porque tiene unos bungalós con baño y cocina muy apañados. Nosotros nos quedamos en el BG2.

Leopardos en el Kruger

Día 18: Parque Nacional Kruger: Tamboti Tent Camp

Por la mañana hicimos un sunrise game drive que habíamos contratado el día de antes, esto te permite salir media hora antes que el resto de la gente, es decir, a las 4 de la mañana. Es plena noche, pero poco a poco se va levantando el día y, por tanto, los animales suelen estar más activos. Es verdad que vimos un montón de leones, pero también los habíamos visto por nuestra cuenta. Quizás porque nos tocó un guía que no nos convenció demasiado y porque se puso a llover a mares y nos pelamos de frío, no volvimos a hacer ningún safari guiado, a pesar de que son muy baratos. Cuestan unos 15€ por persona por 3 horas.

Ya desayunados, volvimos a coger nuestro coche y conocimos las carreteras por los alrededores de Satara hasta dirigirnos a nuestro siguiente camp.

Nuestro alojamiento: Tamboti Tent Camp. Este fue el campamento más rústico. Básicamente es un camp satélite del de Orpen, donde tienes que recoger las llaves. Está en un lugar muy chulo, junto al río Tamboti, pero, debido a la sequía, está seco. Aun así, fue genial, porque se acercaron hienas hasta la verja y flipamos. Aquí nos quedamos en una tent camp (CTT2) y nos fuimos a dormir a las 19:00, como abueletes.

Día 19: Parque Nacional Kruger: Lower Sabie Camp

Si bien este día habíamos reservado otra noche en el campamento de Tamboti, notamos que desde que subimos a Satara había bajado mucho el ritmo de avistamientos. Por ello, preguntamos en la recepción a ver si había la posibilidad de dormir en un camp del sur. Nos dijeron que quedaba una habitación en Lower Sabie y no lo dudamos.

Así, este día hicimos el camino de vuelta de Satara al sur del parque y fue el más alucinante. Hicimos el Big Five completo y, como colofón, vimos una puesta de sol épica con 2 guepardos junto al coche. Lloramos fuerte.

Nuestro alojamiento: Lower Sabie Camp. Repetimos aquí pero tuvimos que pagar una habitación más cara y vaya show. Nos dieron uno de los bungalós (BD2 o BD3) y nada más entrar nos vino un intensísimo olor a excrementos de murciélago. Intentando luchar contra él, nos tumbamos en la cama y nos dimos cuenta del fuerte sonido de los murciélagos, a la nada, ya estaba uno dentro de la habitación. Además de asqueroso, era insalubre. Nos quejamos y finalmente nos asignaron una habitación más cara. Por ello, os recomendamos o una tent o la primera que tuvimos nosotros, una hut.

Mejor día de itinerario de viaje por Sudáfrica

Día 20: Kruger – Blyde River Canyon

Este día lo pasamos íntegramente en el Kruger, hasta que conseguimos salir de allí sobre las 16:00. En serio, con muchísima pena, con ganas de habernos quedado mucho más, nos dirigimos hacia Graskop, por la Paul Kruger Gate. Creo que aquí cometimos un fallo y tendríamos que haber salido por la de Phabeni, que hubiese sido más corto.

Llegamos bien entrada la noche y cocinamos en la cocina de nuestra habitación en Graskop.

Nuestro alojamiento: Daans at Graskop. Si bien el dueño es algo rarete, la habitación era estupenda y tenía una de las mejores camas que hemos probado en el viaje. Además, la cocina estaba completamente equipada.

Día 21: Graskop

Este fue para nosotros un día de trabajo y descanso después de la paliza del Kruger. Aprovechamos para lavar el coche y no nos cobraran al entregarlo y para hincharnos con los famosos pancakes de Graskop en Harrie’s Pancakes.

Como sugerencia, vosotros podéis ir a conocer algunas de las famosas cascadas que hay por la zona o aprovechar el día entero para descubrir la zona de Blyde River Canyon, que nosotros dejamos para el día siguiente.

Nuestro alojamiento: Daans at Graskop

Blyde River Canyon

Día 22: Blyde River Canyon – Aeropuerto de Johannesburgo

Madrugamos, hicimos el check-out del hotel y pusimos rumbo a Bourke’s Luck Potholes. Fuimos los primeros en llegar, así que tuvimos el sitio para nosotros solos.

Después, fuimos al mirador de los 3 Rondavels, donde se puede admirar el precioso meandro del río Blyde. Salvando las distancias, es muy similar al de Horseshoe Bend, de la Costa Oeste.

Un poco antes de comer nos pusimos en marcha hacia el Aeropuerto de Johannesburgo. Comimos en una de las áreas de carretera de la autopista, que no están nada mal, y le pusimos gasolina al coche justo en la estación de servicio del aeropuerto.

Llegamos a tiempo para esperar pacientemente la salida de nuestro vuelo de vuelta a Madrid, comprar algunos recuerdillos para la familia y marcharnos de Sudáfrica con todo el dolor del corazón.

Nosotros de ruta por Sudáfrica

Alternativas a este itinerario de viaje a Sudáfrica

Bien, ahora que ya sabes cuál fue nuestro itinerario de viaje por Sudáfrica de 22 días, quizás quieres saber la valoración final. Para nosotros fue un 10. Sin embargo, somos conscientes de que la gente suele viajar menos tiempo o que no tiende a darse días de descanso/trabajo como nosotros. Por ello, quizás podrías suprimir algunas partes. Así:

  • Podrías quitar un día en Hermanus y pasar solo 2. Todo ello contando que viajes a Sudáfrica en temporada de avistamiento de ballenas, de no ser así, no iríamos a Hermanus.
  • Podrías quitar el cañón del río Blyde. Si vas corto de tiempo, creemos que es prescindible. Es muy bonito y es una parada agradable si vas del Kruger a Johannesburgo, pero no nos pareció imprescindible.
  • Si tienes solo 15 días de ruta por Sudáfrica, quitaríamos la parte del itinerario de Durban, St. Lucia y Suazilandia e iríamos solo al Kruger, Ciudad del Cabo y Johannesburgo (1 día).
  • Aunque no seas muy amante de los animales, creemos que no merece la pena ir al Kruger menos de 4 días completos. En serio, quédate más tiempo.
  • Si cuentas con más días, incluye la Garden Route o Ruta Jardín. Esta zona es más de paisajes que ver con el coche. Nosotros nos decantamos por ver más animales, pero hay gente a la que le encanta.
  • Si te gusta el senderismo, investiga un poco sobre las montañas del Drakensberg y Lesotho…

Espero que este itinerario de viaje por Sudáfrica en detalle ya te haya hecho soñar con esta ruta fabulosa que tienes en mente hacer. Como ves, lo he hecho con mucho cariño, pero si tienes alguna duda, ¡pregunta en comentarios! Para más info práctica, recuerda leer antes estos consejos.

Seguro para viajar a Sudáfrica

Tras 4 años dando vueltas por el mundo y tantas visitas a hospitales, nosotros no lo dudamos al reservar un seguro de viaje para Sudáfrica. Desde hace años viajamos con IATI Seguros por múltiples razones como su atención en castellano, la cobertura (más amplia que otros seguros con el mismo dinero) y la ausencia de franquicia (no hay que adelantar dinero).

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*Código ético: En este artículo hay enlaces por los que recibo una pequeña comisión. Tus reservas tendrán el mismo precio y, a veces, así te llevarás un pequeño descuentillo. Reservando a través de ellos, me ayudas a poder seguir dándote truquitos en el blog. Además, todas las empresas que verás en la web han sido probadas por mí, pues nunca te recomendaría algo que no conozco. 

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