Aún me lo pregunto, hasta casi un año (¡¿UN AÑO?!) después, ¿qué es lo que tiene Don Det para dejar enganchados a tantos?
Llegué a la isla casi 30 horas después de haber salido de la encantadora Kong Lor. Hasta 6 vehículos diferentes tuve que usar para aparecer en esta pequeña isla en medio del Mekong y el plan no podía ser más perfecto: habitación a la orilla del río, hamaca y relax durante unos días antes de emprender el camino de vuelta a Tailandia.
Las 4000 islas son el regalo para todo viajero que ha aguantado estoicamente los transportes laosianos.
El centro de Don Det está formado por unos cuantos bares y restaurantes en los alrededores del pequeño embarcadero que une la isla con la tierra. Hacia el sur todo se dispersa y solo quedan algunos bungalós austeros mirando hacia el río (siempre con una hamaca colgando) y algún que otro local que sirve hamburguesas de calabaza.
En la aldea también hay un pueblo un sitio famoso por ofrecer comida happy a un precio ridículo, un reggae bar, tres tiendas que hacen de supermercado y un lugar para copiar todo tipo de películas. Una infraestructura mochilera en toda regla, que en aquella temporada baja no me importaba ni lo más mínimo
El Mekong vuelve a ser marrón de nuevo de camino a Camboya. El contraste con el verde de la vegetación era regalo para la vista mientras leía en la hamaca.
Y los días pasaban como si nada. Lo mismo daba levantarse a las 9 a que a las 11, el río atrapaba. Don Det es uno de esos sitios del mundo en el que te bajan las pulsaciones. Te acabas acostumbrando a no escuchar coches, a vivir despacio, a caminar tranquilo y a hacer lo que básicamente te pide el cuerpo.
La paz se acababa cuando la lluvia caía. Durante al menos una hora al día, el estruendo del techo te distraía, el río parecía menos marrón y las nubes hacían presagiar otro espectacular atardecer.
Con la pereza fuera, alquilé una bicicleta para pasear por la vecina Don Khon. Tras cruzar el puente que una las dos islas, se sucedían arrozales casi despoblados y caminos llenos de barro que a veces impedían seguir pedaleando, mientras te cruzabas con algún que otro precioso niño que te saludaba tímidamente.
Templos, escuelas, playas fluviales y las cascadas de Somphavit, que dicen ser las mayores del Sudeste Asiático en cuanto a volumen son algunas de las pequeñas maravillas de esta tranquila isla.
Y así, sin hacer grandes esfuerzos, sin ver monumentos, pasé mis últimos días en Laos, posiblemente los que recuerde con más cariño en el país olvidado del Sudeste Asiático.
Datos útiles:
Cómo llegar:
Desde la estación sur de autobuses en Pakse salen “minibuses” o sawngthaews cada hora hacia Ban Nakasang. El trayecto dura entre dos o tres horas dependiendo del número de paradas y cuesta 40.000 kips. El viaje en barco hasta Don Det son apenas 10 minutos y cobran 15.000 kips por persona.
Dónde dormir:
- Souksan Guesthouse: justo al lado del muelle, en la parte norte de la isla. Sitio limpio y con buenas habitaciones, aunque algo más caro que el resto. Hay wifi en el restaurante. 40.000 kips la habitación doble.
- Mr. Noi’s Bungalows: algunas habitaciones muy muy básicas dando al río en la zona del amanecer pero equipadas con ventilador y baño. Son pequeñas pero las vistas, las hamacas y el precio ridículo de la comida del restaurante compensa. Hay wifi en el restaurante pero suelen apagarlo por las noches. 30.000 kips la habitación doble.
- Smiling Lao: habitaciones cómodas y amplias en la orilla del amanecer dando hacia el río. Incluyen baño y si estás cerca del restaurante hay wifi. 40.000 kips por habitación doble.
Qué hacer:
Básicamente relajarse, comer bien, dar un paseo por la isla… Para conocer la isla vecina Don Khong, lo mejor es alquilar una bicicleta (10.000 kips). La entrada a la isla son 25.000 kips y da acceso a la cascada, donde hay un restaurante y una zona de playa en la que bañarse en el río.
También hay algunos tours para ver los curiosos delfines Irawadi del Mekong que normalmente incluyen una parada en la orilla camboyana para tomarse una cerveza.
Dónde comer:
Hay muchísimas opciones baratas en la isla. Mi preferida es la de Mr. Noi’s, donde casi todos los platos cuestan 12.000 kips, son contundentes y están exquisitos.
Cómo salir:
Es común que los viajeros enlacen las 4.000 islas con Camboya, para lo cual casi todas las guesthouses de la isla venden tickets.
Yo fui hasta Champasak por 50.000 kips. El bus nos dejó al otro lado del río, por lo que tuvimos que pagar 10.000 kips para cruzar.
Hola Claudia!! Que tal? Tengo dudas sobre si ir hacia Don Det o no y me gustaria saber tu opinion personal 😉
Te cuento: Estamos en Vang Vieng, llevamos 3 dias por aqui y estaremos como minimo mañana tambien. Despues bajaremos a Vientiane y pasaremos dos o tres dias de nuevo. La cuestión es, en 11 dias tenemos que estar en Bangkok. Crees que vale la pena bajar a 4000 islas por el tiempo que nos queda en Laos? Ayer leimos tu post sobre el pueblo al fuistes despues de Vientiane y tambien nos molo esa idea.
Gracias por tu tiempo, un saludo.
¡Hola Tamara!
Ya supongo que sabes la lentitud de los traslados en Laos… La verdad es que Don Det me gustó pero no sé si la paliza os merece la pena. Yo la verdad es que os recomiendo una ruta en moto por la zona de Kong Lor. En las guías aparece un “loop” por la zona y conocí a un buen puñado de gente que lo estaba haciendo y estaban encantados.
Otra opción chula es la de la zona de Paksé en moto. Yo hice una ruta por la parte esa y hay unos paisajes de cascadas que me encantaron, así como el templo de Champasak. Creo que son opciones que os quedan mejores cerca de fronteras y que os harán la ida a BKK más sencilla. Islas seguro que ya habéis visto muchas 🙂
¡Ya me contaréis qué tal ha ido!
Buen viaje
Muchas gracias!! Mirare las opciones que me dices!! Un abrazo!! ???