Sigue siendo una vez… un país olvidado, una perla pequeñita oculta entre Tailandia, China, Vietnam y Camboya que inexplicablemente muchos siguen evitando. Érase una vez un país del que no tenías mucha idea pero, un mes después…
Te das cuenta de que dentro hay personas de tez morena con una sonrisa pura y mirada curiosa, que todavía reciben al diferente dando lo poco que tienen.
Ves que cuando lo abres y lo recorres por sus interminables carreteras empedradas te asombras ante una vegetación exuberante, ríos legendarios, cuevas kilométricas y montañas con forma de dragón.
Encuentras que si te atreves a degustarlo con calma encontrarás huellas de un pasado imperial, de días de esplendor muy parecidos a los que su vecina Camboya exhibe con gusto pero que tú recorres casi en solitario mientras cae el atardecer.
Te descubres saboreando lo que parece un país más cercano a casa. De pronto te ves rodeado de pastelerías, baguettes, arcos del triunfo en una capital que parece de juguete.
Ya no te imaginas otra vida en la que no exista el sticky rice.
Y, finalmente, te ves incapaz de salir de la tranquilidad de unas islas en el medio del río Mekong, donde amaneceres y atardeceres se suceden en bucle. Porque ahí no pasa nada pero te das cuenta de que Laos, la que no tenía nada, de la que sabías más bien poco, te ha enganchado de tal manera que tú no la vas a olvidar jamás.
Que pasada de fotos y que pasada de experiencia. Que envidia!!!
¡Muchísimas gracias! La verdad es que es un país para recorrer tranquilamente, muy recomendable 🙂
¿Te he dicho alguna vez que me encanta como transmites sentimientos hacia sitios que ni he estado? te lo he dicho miles, ¡Lo se! jajaja, pero es que me encanta como transmites lo vivido en ese lugar concreto.
Puedo afirmar sin haber estado que me encantará Laos :3
¡Que me pongo colorada! Yo lo que quiero leer cómo te encanta Laos a ti, ¡así que manos a la obra!
ganas ganas ganas ganas ganas ganas ganas (y ganamos todos) locas… me dan de ir ya para allá!
(P.D: oye, a ti Laos te gustó un ratejo, no? 😉 )
¡Jajaja! Un poquitín, sí 🙂
No tendrás la misma sensación cuando leas de Yunnan 😛