A decir verdad, cuando se viaja por el Sudeste Asiático durante mucho tiempo, a veces te entra un síndrome que me gusta denominar como “el síndrome del templo eterno”. Tailandia, Laos, Camboya, Myanmar son países repletos de templos predominantemente budistas, templos bonitos, impresionantes, tan distintos a lo que estamos acostumbrados en nuestros países de origen que en muchas ocasiones, sobre todo en viajes de larga duración, acaban abrumando.

Sin embargo, si hay un templo diferente a los demás, que tiene muchísimo éxito y que impresiona (con mucha razón) a quienes lo ven en foto o en persona, es el Wat Rong Khun de Chiang Rai. Aproximadamente un millón de turistas recorren los 12 kilómetros que separan el templo blanco de la ciudad cada año y por algo debe de ser.

White Temple Chiang Rai

Esta ciudad se sitúa a unas tres horas de la bonita Chiang Mai, de la que hablé hace un tiempo por aquí, al norte de Tailandia, junto a la frontera con Laos y Myanmar. El día que decidí emprender camino de nuevo, con una cámara nueva en la mochila y el visado chino en el pasaporte, pensé en hacer parada en ella antes de entrar en Laos y continuar hasta China.

En Chiang Rai no hay gran cosa que ver más allá de el templo blanco, la llamada casa negra (que no me animé a visitar, ya que no vi la posibilidad de hacerlo en transporte público) y un mercadillo nocturno orientado al turista, por lo que con un día fue más que suficiente. Además, recientemente han construido un Templo Azul (Wat Rong Suea Ten), que tiene muy buena pinta.

Chalermchai Kositpipat, el arquitecto, quiso representar la pureza de Buda en este complejo aún inacabado (está previsto que se componga de 9 edificios) y en el que todavía son visibles los desperfectos del terremoto de mayo de 2014. En el recinto pueden verse algunas extrañas figuras como aliens o cabezas colgando de árboles y para llegar a su interior hay que atravesar un puente en el que cientos de manos piden limosna como surgidas del infierno. Como que “para llegar al cielo hay que pasar por el sufrimiento“…

IMG_5698 (Copiar)

Por si no fuera suficiente, la sorpresa que el interior del templo alberga es mayúscula: murales en los que aparecen figuras como Kung Fu Panda, Darth Vader, Michael Jackson o Doraemon (¿¿¿???) se combinan con símbolos propios del budismo. No podían hacerse fotos, así que vais a tener que ir vosotros mismos a verlos, que no es un mal plan, ¿no?

Detalles templo blanco

En mi opinión, ir hasta Chiang Rai únicamente para ver este templo, por curioso que sea, no merece la pena. Sin embargo, si se va de camino a la frontera con Laos (Chiang Khong) o si se tienen días suficientes para seguir explorando la zona (Mae Salong y el Triángulo de oro) puede ser una opción interesante para cualquier amante de Tailandia, que sigue y seguirá sorprendiendo a quien se anime a explorarla.

Templo Blanco Chiang Rai

Datos útiles

Puede llegarse fácilmente a Chiang Rai desde la estación de autobuses de Chiang Mai, desde donde salen varios buses diarios de la compañía Green Bus. El trayecto cuesta 150 bahts y dura unas tres horas.

Para llegar al templo blanco basta con tomar uno de los autobuses públicos (20 bahts) que salen cada media hora desde la dársena 8 de la Estación Antigua de Buses (Old Bus Station) hacia el templo. Suelen tardar unos 25 minutos en llegar a la entrada principal. Para volver, solo hay que esperar que pase algún bus en la carretera principal.

La entrada antes era gratuita, pero ahora vale 50 bahts. Las mujeres debemos cubrirnos las piernas para acceder. Si no tienes algo para taparte, ellos te dejan un sarong.

Para llegar a la Casa Negra ahora hay un autobús que sale de las dársenas 5 y 6, que tarda unos 20 minutos en llegar y cuesta 20 bahts. Tendrás que caminar unos 500 metros desde donde te deja el bus hasta la casa. La entrada cuesta 90 bahts.

Si sois 2 personas o no te da miedo conducir una moto, la mejor manera de conocer Chiang Rai es alquilando una moto. Los precios oscilan los 200 bahts.

Me quedé a dormir en el Tourist Inn Hotel, un hotel bastante sencillo y sin más lujo que un ventilador y wifi. Se puede llegar andando desde la estación de autobuses y la habitación individual cuesta 150 bahts.

Aquí podrás ver otras opciones económicas para alojarte en Chiang Rai y ver el templo blanco.

Si estás de camino a Laos no tendrás problemas para llegar a Chiang Khong, en la frontera, ya que salen buses de la estación de autobuses cada 30 minutos. El trayecto dura dos horas y cuesta 65 bahts.

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